La Compañía Internacional de Ópera de Concerlírica fue la encargada de traer a la ciudad la tragedia en tres actos de Puccini, una de las obras más conocidas. Paula Fachado y Alexey Scribniskiy cantaron los dos papeles protagonistas.
El Parque María Cristina se convirtió el pasado sábado por la noche, gracias a la magia de 'Madame Butterfly', en un jardín japonés. Los aficionados campogibraltareños no suelen tener muchas oportunidades de ver en la zona representaciones operísticas, por eso cualquier oferta siempre es de agradecer. En estas escasas citas líricas ya se han convertido en un clásico las veladas estivales en el María Cristina. Si en veranos anteriores se ha podido escuchar en la ciudad 'La Traviata' o 'Nabucco', el sábado le tocó el turno a una de las creaciones más deliciosas de Puccini. 'Madame Butterfly' contiene las características que han hecho tan popular al maestro, como son exquisitas melodías, historias emotivas y una gran carga de sentimientos. La Compañía Internacional de Ópera de Concerlírica, que cuenta con unos integrantes fijos y que suele contratar a artistas invitados para los papeles principales, fue la encargada de escenificar esta tragedia japonesa en tres actos, una de las obras más representadas de todo el repertorio. Aunque el inicio estaba previsto a las 22 horas, la ópera comenzó un cuarto de hora después. El escenario representaba una vivienda japonesa, con el habitual entarimado, las puertas correderas, una mesa, sillas y cuadros en las paredes con motivos orientales. Tras el fragmento de vivienda se adivinaba un gran cartel pintado con flores de almendro. Una escena oriental sencilla, pero efectista. La soprano española Paula Fachado llevó el peso de Cio-Cio-San, la joven geisha enamorada. Además, Madame Butterfly experimenta una clara evolución a lo largo de la obra, pasando de ser una tímida joven de 15 años a una mujer casada y con un hijo que tiene que asumir el peso de los acontecimientos. Su papel recibió los más calurosos aplausos. Alexey Scribniskiy fue el tenor invitado para meterse en la piel del fanfarrón Pinkerton, un oficial marino norteamericano para quien el matrimonio con Butterfly es un divertimento. Los cantantes principales se completan con Anna Maksudova como Suzuki, la fiel criada, y Enrique Sánchez Ramos, una de las voces más potentes de la noche, como el prudente cónsul Sharpless.